Vetusta Morla en SalaQ



Vetusta Morla apareció en la sala Q después de las 10 y media de la noche.


Esa banda indie revelación, poética en sus letras y explosiva entusiasmo con sus sonidos. El concierto de ayer fue el perfecto ejemplo de mimetismo en lo que a un concierto se refiere, pues Vetusta Morla gustó al público, y el público y Vetusta en todo momento fueron uno.

Los teloneros fueron Pájaro Sunrise. Temas intimistas y dulces con letra en inglés, con los que presentaron su último disco Done/Undone. Aterrizaron con Autocrítica, primer corte de su disco Un día en el Mundo, publicado en 2008. Querían transmitir que estaban a gusto en Sevilla, derrochando vitalidad y energía. La camiseta del vocalista Pucho, desprendía optimismo con una frase: “Todo saldrá bien”. En Autocrítica, la puta se vistió de rey y ahora el rey se viste de Sol. Encantaron con Rey Sol, que habla de alguien perdido y destaca la importancia de la kinésica: “las palabras que no existen nos pueden salvar”.

Entonces Un día en el mundo, que da nombre al disco, comenzó a sonar. Sorprendente aquel videoclip grabado por la calle en un solo plano secuencia que terminaba en una mesa para presentar a los medios y al mundo su LP.

Copenhague, seleccionada por los oyentes de Radio 3 como la tercera mejor canción del Indie español de todos los tiempos, continuaba el recital, llegó el punto algido del concierto. Le siguió “Pequeño desastre animal”, acompañada de un espectacular parpadeo de luces. Desde luego no podía negarse la sangre andaluza de los asistentes que se dejaron caer con unas palmas muy aflamencadas a las que el grupo no pudo resistirse.

En La Marea, por ejemplo, se atrevió también con la batería, sin batería, claro. A mitad del tema subió una marea de ritmo, caos y sintetizador. El vocalista entró en una especie de trance musical. Ya no cabía más música, ‘la marea’ lo había inundado todo. De repente, la tranquilidad se encargó de concluir el tema y hacer una pausa en este abrupto camino con Al respirar, sonidos muy pausados, muy de desamor: “Te he dejado en el sillón, las pinturas y una historia en blanco…”, así comienza.

Es de destacar la variedad de elementos que adornan la percusión de Jorge González, que además de hacer las veces de batería supletoria, no para de sorprender con diferentes sonajeros de todo tipo durante el concierto. En La cuadratura del círculo se erigió protagonista al sacar un barril metálico y hacer ritmos con palos al estilo brasileño, consiguiendo un efecto muy cañero al que ayudó el batería David García “el indio”, quien también aprovechó para lucirse.

Al final tuvieron que volver y tocar un tema extra para contentar al publico, que se resistiría a abandonar la sala.



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Publicado por José Francisco Romero Sánchez el 14 May 2009




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